Quiero un país
donde reine el igualísimo, un lugar donde todos seamos simétricos, tan
equivalente en homogeneidad que no tenga
consideraciones ni exenciones con nadie, donde las mujeres embarazadas y los
hombres con defectos o con falta de órganos no sean tan aprovechados de su
situación y quieran saltarse una fila, pagando más rápido que cualquiera de
nosotros en un banco o en la universidad.
Si! Sueno como
el malo pero, nadie puede jugar con tu
tiempo, por lo menos para mí es importante y pienso en mí antes que en otro,
eso es debido a que me amo tanto que primero yo.
Un día fui a
pagar en la universidad y solo estaba disponible una área de caja, yo estaba
atrás de 15 personas y tenía una cita en el médico, tenia calculado que
llegaría quizás 10 minutos tarde pero, en esos 20 minutos que tenía programado
se alargaron a 30 porque aparecieron 3
mujeres embarazadas y un minusválido que solo tenían que pasar al primer lugar
si hacer su turno, pensaran ustedes que
eso no es nada, pero para mí si es algo, amo mi tiempo y quizás
ellas no tenían una cita con su médico,
yo vivo en a 100 kilómetros de la
capital y tendría que regresar sin hacer
mi cita y gastar más dinero solo por esas preferencias.
A los discapacitados
y a las Mujeres embarazada una de tantas cosas les puedo decir, no fui yo que cogió
el gustazo para quedar en ese estado, por esa razón no me importa, mi tiempo es
más importante que tu, pueden mandar a un primo o familiar o hacer el turno sentadas,
porque saltarse el protocolo de esa
forma y jugando con el tiempo de los demás no es más que sacar provecho de los
que les hace falta o de la mierda que tienen dentro.
po: Genesis B. Melo.
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